La siguiente entrada contiene la descripción del "viejo" Ultimatum y el actual, incluyendo su desenlace.
Mi primer objetivo en este 2013: realizar mi primer cortometraje con una característica tan singular como negativa por momentos: completamente solo.
Así surgía "Ultimatum". Primero como una idea vaga en la que el único personaje/protagonista era preso de sucesos paranormales en su propio hogar. Tras sufrir algunos de ellos, el personaje recurriría luego al uso de internet para buscar testimonios que concordaran con el de él. Finalmente en el mundo de la web, se encontraría con una encuesta muy particular, en la que no solo se sentiría identificado con las preguntas tan objetivas como "¿Cree que los sucesos se dan por la muerte de una persona que vivía en el hogar?", sino que se sentiría acusado por la supuesta muerte de esa supuesta persona con afirmaciones tan subjetivas como "No tenías por qué hacerlo". La encuesta terminaría por incriminarlo y enloquecerlo, obligándolo a ejecutar la escena, incluida en la producción final, en la que se suicida. En este "viejo" Ultimatum el protagonista habría sido realmente el asesino de esa persona, pero su mente había sido capaz de negarlo para evitar la culpa y vivir con una aparente consciencia en paz.
La idea no terminó por agradar, y
Ultimatum terminó por tratar la post-muerte del personaje tras un accidente luego del cual su alma no pudo encontrar el camino correcto, regresando así a su vida rutinaria.
Los sucesos paranormales aún estaban, pero no se trataba exactamente de estos, sino de la vida terrenal de las personas que aún habitaban la casa del personaje: su propia familia, invisibles a los ojos de su alma en pena, encerrada en un mundo entre la vida y...el más allá.
El cortometraje (no tan corto) llevó mucha edición, y aún más con dos cámaras. Una de ellas filmaba muy bien, y es la que actualmente se puede ver en la producción final, pero capturaba poco sonido y en mala calidad. La otra hacía todo lo contrario, por lo que en la edición tuve que complementar ambos medios y coordinar el sonido con el video.
Surgieron problemas de software y de hardware, por lo que el tiempo de producción se vio seriamente reducido.
Y en un momento, cuando llevaba la idea del viejo Ultimatum, se me ocurrió crear la banda sonora. Jamás lo había pensado pues...lo creía un poco imposible o costoso. La idea era hacer uso de pistas musicales creadas por los grandes del cine de terror, como
Manoj Nelliyattu Shyamalan (The village, Lady in the Water, The Sixth Sense) Pero entonces pensé en lo que realmente me impedía crear mi propia banda sonora: el medio de grabación. Prácticamente no había uno. Semanas después, tras pensar en todo esto y rehacer la trama de Ultimatum, me decidí e invertí en un micrófono condensador (
AKG Perception 120 USB).
Ahora solo faltaba la inspiración, y un instrumento particular: el cajón peruano.
El resto de los instrumentos ya los tenía, y como si fuera fácil, me tomó muy poco tiempo en llevar a cabo la música ambiental del cortometraje. Pista por pista, un instrumento sonando encima de otro. Silencios, tiempos, percusión, voces, chiflidos. Desesperación, incertidumbre, y emoción es lo que intenta transmitir cada una de las pistas.
Y así concluí con el proyecto, y ahora puedo decir que fue una grata experiencia, deseando poder volver a repetirla muy pronto. Aprendí mucho con respecto a la edición, lo cual tengo como meta para el próximo 2014 estudiar.
¡Muchas gracias por leer, ver y comentarme tus opiniones!
Cortometraje
Pista musical - "Pena"